Las plantas raquíticas son aquellas que presentan un crecimiento anormal y débil, lo que resulta en un aspecto pequeño y poco desarrollado en comparación con otras plantas. Estas plantas suelen tener tallos delgados y frágiles, con hojas escasas y de pequeño tamaño. Además, sus raíces también suelen ser débiles y poco desarrolladas.

Aunque existen diferentes factores que pueden causar la raquitismo en las plantas, uno de los más comunes es la falta de nutrientes esenciales en el suelo. Cuando las plantas no reciben suficientes nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, entre otros, su crecimiento se ve afectado negativamente y se vuelven raquíticas.

Otro factor que puede contribuir al raquitismo en las plantas es la falta de luz. Si las plantas no reciben la cantidad adecuada de luz solar, no podrán realizar la fotosíntesis de manera eficiente, lo que resulta en un deterioro general de su crecimiento y desarrollo.

Las plantas raquíticas también pueden ser el resultado de enfermedades o infecciones causadas por hongos, bacterias o virus. Estas enfermedades pueden debilitar las plantas y afectar su capacidad para absorber nutrientes y agua, lo que provoca un crecimiento raquítico.

En resumen, las plantas raquíticas son aquellas que presentan un crecimiento débil y poco desarrollado debido a diferentes factores como la falta de nutrientes, la falta de luz o enfermedades. Es importante proporcionar a las plantas las condiciones adecuadas para su crecimiento y desarrollo, asegurándose de brindarles los nutrientes necesarios y una buena exposición a la luz solar.