La rosa de Jericó es una planta conocida por su capacidad de "resucitar" despuéx de estar en estado de dormancia durante largos periodos de tiempo. Para activarla y observar su proceso de apertura, es necesario seguir algunos pasos.

En primer lugar, se debe conseguir una rosa de Jericó seca. Esta planta es originaria de los desiertos de Oriente Medio y se vende en tiendas especializadas en productos esotéricos o botánicos.

Una vez que se tiene la rosa de Jericó seca, se coloca en un recipiente con agua tibia y se deja en remojo durante aproximadamente 24 horas. Durante este tiempo, la planta absorberá el agua y se rehidratará, preparándose para su activación.

Una vez transcurrido el tiempo de remojo, se retira la rosa de Jericó del agua y se coloca sobre un plato o en una superficie plana. Se recomienda ubicarla en un lugar donde pueda recibir luz indirecta y no estar expuesta a corrientes de aire.

A partir de este momento, es importante tener paciencia, ya que el proceso de activación puede tardar varios días. A medida que la planta se va secando nuevamente, comenzará a contraerse y adoptará una forma similar a una bola. Este es el momento en que la rosa de Jericó está completamente activa.

Para mantener su forma y prolongar su vida útil, se puede rociar la planta con agua cada cierto tiempo. Esto ayudará a mantenerla hidratada y evitará que se vuelva a secar por completo.

La rosa de Jericó activada puede utilizarse con diferentes propósitos, como atraer la buena suerte, limpiar energías negativas o como objeto decorativo. Cada persona puede darle el uso que considere más adecuado según sus creencias y necesidades.

En resumen, la activación de la rosa de Jericó requiere de agua tibia, paciencia y cuidados para observar su proceso de apertura y disfrutar de sus propiedades especiales.